Llevaba tiempo dándole vueltas a esto del blog. Teniendo tantas redes sociales, ¿para qué?.
Me gusta mostrar diferentes lados de mi en diferentes redes sociales. No siempre comparto lo mismo o me expreso igual en Facebook que lo hago en LinkedIn o Twitter. El motivo no es inocente: pienso en el “público” de cada red, y en la “etiqueta” que se le presupone a cada universo. Y no me verás en redes como Pinterest o TikTok, porque esos lados de mí no me representan… al menos por ahora.
No pongo nada de mi vida privada en redes: ni orientación sexual, ni espiritual ni ideológica. Creo que esto pertenece a la esfera de lo privado, y que nos iría mejor si más personas pensaran así. Además, pienso que poner estos datos cava trincheras en vez de construir puentes, y abre a “discusiones” virtuales que yo prefiero tener sentado a la mesa con alguien de carne y hueso. Me encanta discutir, pero siempre desde el respeto y las ganas de aprender. Y como veo muy difícil hacer esto en redes (sobre todo en Twitter), me aparto de ciertos temas por desconocimiento, desgana o, simplemente, porque no creo que valga de nada.
Mi amigo Dagarín y yo hemos hecho a lo largo de un tiempo una serie de experimentos juguetones en redes, unas veces más premeditados que otros: Por ejemplo cómo una foto de un pincho de tortilla obtiene más reacciones que uno donde expongo pensamientos «íntimos». No hablo de likes y emoticonos, sino de reacciones de verdad, donde la gente escribe o debate, eso que ahora en nuestro mundo de anfibios digitales se llama engagement, y que nos cuesta adaptar a nuestro idioma (compromiso, interacción… depende del contexto). Varias veces me han dicho eso de que “la gente no lee” o “somos seres visuales”. No sé si tendrá algo que ver con ese descenso del cociente intelectual del que se habla aquí.
Por eso, para quienes quieren leer, he pensado en hacer pequeñas entradas que no tengan cabida en mis redes sociales, sin pretensión de sentar cátedra, pero siempre con la esperanza de entretener y hacer pensar. A veces escribiré chorradas, otras veces cosas más profundas, pero en cualquiera de los casos lo haré en pequeñas dosis. Y publico este blog con tres entradas, esta con «las reglas del juego», esta sobre teatro y streaming, y esta sobre la nueva normalidad, que en un desliz freudiano iba a llamar «nueva realidad». Para que conozcáis el tono.
El que quiera escuchar, que lo haga”, que decía aquel, y el que quiera responder, que lo haga. Eso sí, con contenidos moderados. Primero por ti, y luego por mi. Los trolls no caben en esta casa. Todos los demás sí.
A ver a dónde nos lleva esto…
Jorge Rivera
Director y vividor, cuando me dejan.
Si quieres saber más sobre mi y mis proyectos, puedes verlos en https://jrivera.eu o apuntarte a mi boletín de noticias.
Gracia 19/05/2020
No te veo haciendo un tik tok , aunque creo que estarías gracioso, y lo de vividor…..suena muy bien, si lo consigues, me lo dices
JRivera 19/05/2020 — Autor de la entrada
Jajaja cierto… Lo de vividor va saliendo. Trabajar en lo que me gusta, no más de lo que considero necesario para vivir, y casi siempre en algo que puede ayudar a otros 🙂